Me case a
los 23 años llena de ilusión y sobre todo muy enamorada de mi marido con el
cual sigo hace ya la friolera de 47 años.
Después de mi experiencia en la maternidad donde trabaje mi siguiente ilusión era quedarme
embarazada como así sucedió a los pocos meses, me encantan los niños. Fue un
embarazo no tan solo bien recibido por nosotros si no por el resto de la familia
ya que era el primer bebé por ambas partes, mi hija nació año y medio después.
Fue un
embarazo normal sin cosas relevantes, en aquel entonces pagábamos un seguro
privado de ahí que fuera a la clínica que me pertenecía, nada que ver con el seguimiento que hacia el médico con
el que trabajé Don José era único cuidaba a sus pacientes lo hacía
increíblemente bien. A la clínica que
comencé a ir visitas al médico hice dos el resto (muy pocas) a la comadrona que
tenía asignada. Yo misma me vigilaba la tensión arterial, el peso y de vez en
cuando alguna analítica por vigilar algunas cosas que eran relevantes como era
la costumbre en la clínica donde trabaje, allí era el control cada mes durante
los nueve meses, tensión arterial y peso sobre todo. Antojos, como nunca he
sido una persona con antojos y caprichos pues no creo demasiado en ello
pero…pille la época de las setas y como me encantan me dio por hacerme algún
que otro bocadillito de ellas a la plancha con ajo y perejil. Cuando estaba ya
cumplida de siete meses me citaros a una visita entonces si me atendió el ginecólogo
y al explorarme comento que el bebé venia un poco atravesado pero que él lo
había manipulado y ya estaba todo correcto, no me extraño nada y por supuesto
quise confiar en su buen hacer y cómo además estaba confiada por lo que yo
había vivido en la clínica pues estaba tranquila. Llegue a los nueve meses y
como buena primeriza se pasaban algunos días cuando comencé con dolores, soy
persona de no salir corriendo pero iban en aumento y me quise asegurar de que
estaba todo bien y pedí cita, me atendió la comadrona, me dijo que estaba verde
aún y que me iba a pinchar no recuerdo que, total que los dolores se pasaron.
Al tiempo de lo sucedido me entere que la buena señora me paro el parto porque
tenía que irse a su pueblo a firmar no se que (esto en la clínica donde trabaje
no lo había ni vivido, ni visto nunca, el ginecólogo no tenía vida, estaba
siempre al pie del cañón por lo que se pudiera presentar), esto sucedió un
jueves, me fui tranquilamente para casa y hasta el domingo no comencé de nuevo
con los dolores iban subiendo de tono y a media noche decidí que era el momento
de irnos ya para la clínica, el nombre de la clínica no se me olvidara nunca
“San Jorge” en Barcelona, regentada por unas monjas no recuerdo la
congregación. Paso el resto de la noche y nada, dolor y dolor, amaneció el día
y la comadrona comenzó a hacerme el seguimiento, pero por mas dolores que tenía
y mas cosas que se me hicieron el parto
no arrancaba, por más que me hicieron padecer no arrancaba por nada, a las ocho
de la noche decidieron bajarme al paritorio (pienso que la comadrona estaría
comunicada con el médico para las decisiones que iba tomando) hasta pasado un
buen rato ya en el paritorio el médico no apareció, entonces tomaron la
decisión de que era mejor dormirme y así se hizo, recuerdo estaba súper agotada.
Las horas que estuve en el paritorio no sabemos qué es lo que ocurrió ya que a
mi marido se le dijo que por un cristal vería todo y o lo llamaron la cosa por
lo visto se complico y pasaron de él que estaba desesperado por los pasillos
preguntando a unos y a otros y nadie se apiado de él y nadie le dijo como se estaba
desarrollando todo, el se temía lo peor, complicaciones como así fue. Sobre las
doce de la noche comencé a despertarme ya en la habitación y como es natural
buscaba la cuna y preguntaba por el bebe, enseguida me temí lo peor y acerté,
en las complicaciones se había ido el bebe. La comadrona me dijo que había
nacido con vida el tiempo justo para ella misma bautizarla de ahí que al día
siguiente me preguntara que nombre quería que le pusiera, le dije que María
como mi abuela paterna, me dijo también que seguramente no habría vivido mucho
tiempo de haberlo superado, me dijo también
su peso y lo que medía que había sido una niña
grande y hermosa. La única que vino a verme en los cuatros días que
estuve ingresada a diario fue la comadrona, el médico no aprecio para nada,
luego me enteré que mi marido lo había enfrentado y le había dicho que como
viendo que la cosa se podía complicar tanto no me hicieron una cesárea a
tiempo, respuesta del médico “habérmelo dicho usted”, mi marido como si lo
viera le debió de coger un rebote descomunal y no sin razón porque yo me
hubiese podido ir también corrí ese peligro. El caso era denunciable pero…te
vas a casa con las manos vacías con un dolor inmenso y en lo que menos piensas
es en eso. Te ocurre algo así y no te olvidas nunca, siempre hay algún momento
sobre todo en su cumpleaños.
Cuando hace
algunos años se destapo el escándalo de los niños robados en principio no pensé
nada pero…siempre hay una alma caritativa que te hace pensar, pues esta alma
caritativa muy cercana a mi me llamo un día en pleno escándalo para preguntarme
si yo había visto a la niña, la verdad es que si me dijo la comadrona al día
siguiente si la quería ver pero…no quise verla por no tener esa imagen para
siempre, (recordaba un caso que vi en la clínica y me acordare siempre de ese
bebe y de un aborto de cinco meses también),creo que mi suegro si la vio pero
no tengo la certeza de ello. En el momento de la llamada mi respuesta fue que
si había tenido la mala suerte de que nos hubiese tocado a nosotros que lo
único que deseaba es que hubiese ido a parar a una buena casa donde hubiese
sido deseada, muy querida, cuidada y si en algún momento me buscaba aquí
estaría, esto es lo que he pensado partir de entonces.
Esto que he
contado fue duro pero la cosa no acabo ahí, al cabo de casi dos años me volví a
quedar embarazada y estando de casi tres meses tuve la mala pata de bajando un
escalón como llevamos por aquel entonces las faldas largas metí el tacón en la
orilla y me caí de culo a los pocos días comenzó la cosa a ir mal y tuve un
aborto. Te sientes mal también de ahí que no comprenda como algunas mujeres se
cogen los abortos con tanta ligereza.
Después de
este otro suceso tarde cuatro años en volverme a quedar embarazada, llegue a pensar
que con el desastre que me hicieron en el primer parto ya no tendría
pero…falleció mi suegro y a los tres meses o así me quede embarazada, he oído
muchas veces a mi alrededor decir que a veces se van unos y enseguida vienen
otros como así sucedió. En esta ocasión se presentaba el bebe como el primero
pero enseguida programaron una cesárea y nació el mejor regalo que la vida me
ha dado mi hija, fue la deseada, bien recibida por familia y amigos.
Cuando le
dedique una entrada mí a madre conté que mi hija había nacido el mismo día y
mes que mi madre pues bien, mi primera hija nació mes y día como su abuela
paterna, casualidad o no en esas fechas nacieron mis hijas, cada una en el
cumpleaños de sus abuelas.