Comencé antes de mi parón veraniego a etiquetar las recetas ya
publicadas en el blog, ahora retomé la
tarea de nuevo para clasificar todas aquellas recetas aptas para intolerantes y
celiacos entre los que me encuentro. Cuando salí con el resultado de las pruebas
(pruebas que tienes que hacerte por la privada, ya que la S.S no las hace, ni las
cubre) que me realizaron pensé que podría comer pero…a lo largo de estos dos
años y pico lo llevo muy bien y al repasar mis recetas me he dado cuenta de que
hay muchísimas que se adaptan a mi tesitura y piensos que a la de muchas personas
y si a alguien le puede ayudar yo encantada.
Al hilo de esto en mi reciente
estancia en Italia he podido comprobar lo abandonados que estamos los intolerantes
y los celiacos aquí en España. En esta ocasión íbamos a un mercado de fruta,
verdura, embutidos, dulces y turrones que hacen en la población más cercana
donde estábamos -pues bien- dió la casualidad de que en una parada de dulces y
turrones, esto último es lo único que pude comprar unos turrones, la persona
que regentaba dicha parada era celiaca y es lo único que se atrevió a venderme
a pesar de que tenía dulces típicos de la zona buenísimos y que había probado en anteriores viajes. Nos pusimos a hablar
del tema y comentábamos sobre cómo estaba este tema en Italia y desde luego
mucho mejor que nosotros. Para comenzar cuando vas allí a un supermercado lo de
celiaquía está todo concentrado en unas estanterías, tienen muchos mas productos (estan mas coccienciados) y enseguida encuentras lo
que buscas, luego los precios no son tan abusivos como aquí y además tienen una
ayuda del estado que oscila entre 90€ y 125€ al mes dependiendo de provincias. De esta ayuda ya
conocía yo algo por una amiga Italiana celiaca que me lo comentaba y decía que
además tenían revisiones periódicas de la celiaquía. Aquí hasta donde yo sé solo en la comunidad foral
de Navarra y en Vizcaya tienen una partida presupuestaria para dicho menester y
dan una ayuda desde 80€ a 90€ al mes, el resto de comunuidades...
En cuanto a los intolerantes nada, de
nada abandonados totalmente y los precios de los artículos la mayoría son
excesivos, no tienen ni un IVA reducido y resulta un buen costo todos los meses,
como si compráramos estos productos por gusto. Quiero decir al respecto que
quizás se encarecen por mucha tontería que hay de gente que no los necesita pero
en la creencia de que son buenos para perder peso los consumen, yo les diría
que investigaran un poco más al respecto y que no se dejen engañar por las
modas y tendencias.
Otra cosa que beneficiaría a los intolerante es si los supermercados de aquí
(como ya he dicho antes) los tuvieran todo en una misma estantería porque personas
como yo con varias intolerancias nos hemos de recorrer todo el supermercado
para poder hacer la compra y andar
leyendo todos los productos que consumimos, al mensos los aptos para celiacos
los tendríamos más a mano, pienso que habrá muchísima gente igual que yo. En mi
supermercado habitual lo he sugerido pero no me han hecho puñetero caso.
La fotografía del encabezado (como habréis supuesto) es una receta mía de un arroz al horno que tengo en el blog, mis abuelas lo solían hacer en verano ya que era cuando disponían de todos los ingredientes.
