Llegaste a
nuestra familia hace 14 años, eras una bolita peluda negra como el azabache con
tu mancha blanca en el pecho y unos ojos grandes y brillantes medio asustados,
no tendrías más de mes y medio aproximadamente. Nuestra hija cuando te vio se
enamoro de ti y no dudo nada en adoptarte, en realidad todos desde el primer
momento y yo que desde siempre había tenido miedo a los perros ese miedo
contigo desapreció. Se te puso el nombre de trasto porque desde pequeño
apuntabas maneras en cuanto a hacer trastadas y lo inquieto que eras, fue un
nombre que no se te llamo nunca, se decidió llamarte Tom. Las zapatillas eran
tu fuerte cuando cogías una la podíamos dar por finiquitada, supongo que como
los niños cuando salen los dientes había que morderlo todo. Fuiste creciendo y
eras capaz de dormir en las posturas más insospechadas y nos hacías reír. A
cualquier ruido eras el más cotilla del barrio. Te encantaba tumbarte al sol
que muchas veces no entendíamos como no te achicharrabas en verano. El día que
hiciste la fiesta de la espuma con el relleno de los cojines te ganaste una
buena reprimenda pero cuando ponías ojitos de que yo no he hecho nada había que
sonreír. Pasabas algunas temporadas con nosotros y te enseñamos a que a la hora
de dormir te cogieras tu cama y la pusieras en tu sitio de dormir y desde
entonces tanto en casa de nuestra hija como en la nuestra donde te apetecía
allá iba él y su cama, esto sobre todo al principio era todo una risa. En
nuestra casa perecía la sombra de mi marido y mía, de él porque era el que lo
sacaba y el que en la estancia que estuviera siempre lo tenía a sus pies, mía porque le daba de comer, le daba alguna
chuche de vez en cuando y que cuando me ponía a hacer comidas no se despegaba
por lo que le pudiera caer, fue muy querido por todos pero es que se hacía
querer en todos los aspectos. Cuando se le hablaba parecía que nos entendía del
todo por lo atento que demostrabas
estar. Como eras bastante comilón cuando nos sentábamos a comer tu a
primera línea, siempre a la espera de ver
que te caía sobre todo de fruta que te encantaba. El primer día que descubriste
la playa y el mar fue algo extraordinario, no parabas de correr saltar entrar
al agua salir, también nos diste un buen susto el día que te tiraste a un
puerto en esa época desierto y nos vimos apurados para sacarte, nadabas muy
bien pero el acceso era bastante difícil. No he visto un perro al que le
gustase mas montarse en el coche, para bajarte nos las veíamos y deseábamos eras
feliz aunque estuviese parado. Ultimamente dormitabas mucho mas, quizás debido a que en las Navidades del 2019 se te detecto lexmaniosis
pero se tuvo mucha suerte y en ningún momento te afecto a ningún órgano, has
sido un perro muy fuerte siempre y lo único que cogías de vez en cuando era
algo de anemia en estos últimos cuatro años, creo que luchaste muy bien.
Veíamos que te estabas haciendo mayor pero justo te has ido cuando menos lo
esperábamos, siempre te recordaremos,
has sido un magnifico perro y un magnifico amigo para todos. Buen viaje querido
amigo, siempre fuiste considerado uno mas de la familia.
¡Oh! Cuanto lo siento Concha.
ResponderEliminarNosotros tuvimos una perra pastor alsaciano, que también tuvo leishmaniasis, le pusimos un tratamiento que costó un dineral, y le prolongamos la vida seis años, hasta que llegó el momento y fue muy triste, yo me pasé meses llorando, es muy duro cuando se va un amigo incondicional, como lo son las mascotas. Justo va a hacer ahora que mi gata, también enferma de leucemia felina, se nos fue, y eso sí que me dolió en el alma, aún lloro recordando los momentos que nos regaló.
Y es que estos peluditos serían capaces de dar la vida por nosotros, y cuando los perdemos, duele como si fuera un miembro de la familia, porque lo son.
Un abrazo.
Hola Concha!. Siento haber tardado tanto en responderte, ya sabes que me gusta hacerlo siempre.
EliminarSi lo sentimos mucho, la que mas nuestra hija ya que el perro era suyo aunque pasaba mucho tiempo con nosotros.
Siento que tu también hayas pasado por lo mismo, el nuestro no murió de la lexmaniosis pues la tenía muy controlada ya que como tu al tuyo llevaba un tratamiento muy fuerte e igual de caro, le dio un infarto.
Gracias siempre por comentar.
Un fuerte abrazo.