martes, 22 de febrero de 2022

NUESTROS MAYORES


 

No puedo mirar para otro lado y no escribir sobre lo que está ocurriendo con nuestros mayores, aunque esto que está ocurriendo ahora ya se estaba gestando desde hace mucho tiempo. Cuando se comenzó a decirnos a  jóvenes y mayores…”esto lo puede hacer por internet, esto lo puede hacer desde casa, esta gestión la puede hacer por el cajero, lo puede domiciliar todo y etc.”, deberíamos de haber plantado las orejas y no dejarnos arrastrar por haga usted esto y haga usted lo otro porque es mucho más cómodo (pero realmente para quien), esa comodidad nos ha llevado a todo esto y algo más. Se da por hecho que la gente mayor y no tan mayor tiene móviles de última generación, dispone de internet en su casa y se maneja de maravilla para hacer todo, la realidad es bien distinta y una inmensa mayoría de los mayores y no tan mayores no tiene ni pajolera idea de internet y además  a algunos tampoco les gusta. En algunas entidades  las colas son significativas, obligados a horarios de cajero para pagos y demás y sé de buena tinta (ya que esto le pasó a una conocida y estaba que trinaba ese día) que si el horario se pasa aunque estés en la cola ya volverás al día siguiente, hay pueblos donde han desaparecido las pequeñas sucursales que había y ello les obliga a desplazarse a otros pueblos, no todos puede contar con que sus hijos les resuelvan la papeleta de bancos y demás, ellos quieren ser autosuficientes como siempre lo han sido y no depender de nadie en su inmensa mayoría. Yo no me acabo de creer que esto no se puede solucionar de una manera más racional y con más respeto hacia los mayores sobre todo  pero…los políticos están demasiado preocupados por mantener su culo en su poltrona y los bancos demasiado preocupados por sus dividendos y nosotros les importamos un carajo aunque quieran hacernos creer lo contrario. Me pregunto donde ha quedado ese trato humano hacia nuestros mayores, que  no tan solo se han dejado la piel para que sus familias tuvieran una vida mejor sino que han dejado sus ahorros en manos de estas entidades que sin ellos no habrían podido trabajar e invertir en sus cosas,  hacerse grandes y ganar dinero a espuertas,  ¿éste es el pago que tienen ahora?, ¿cómo hemos dejado que esto ocurra?.

Yo me pongo en el lugar de muchísimos mayores  ya  que ahora contaré una experiencia mía que apenas tiene importancia pero… ya comenzaba  a querer decir mucho.

Yo pertenezco a los no tan jóvenes y me manejo bastante bien por internet, aun así hace ya algún tiempo cuando comenzaron a retirar el efectivo de las ventanillas de las entidades quise hacer un pago por el cajero (he de decir que no me han gustado ni me gustan nada) y queriéndolo hacer bien y sin equivocarme le pedí ayuda a una empleada del banco con el que trabajo asiduamente y me dijo muy altaneramente que no podía ayudarme, quizás debí quejarme pero me quedé tan sorprendida que no reaccioné, intuí que estas órdenes venían de arriba y me dije… esto ya está comenzando a ir muy mal porque además se oían comentarios que una determinada entidad había sustituido personal por cajeros y que se iban a sumar el resto de entidades para que todo se hiciera por los cajeros. El  motivo por el que pedí cierta ayuda era que no hacía demasiado tiempo me habían pasado al cobro unos recibos que ascendían a  2000€ (seguramente hechos desde un cajero) y que por supuesto no eran míos y menos mal que me di cuenta enseguida y se me devolvió casi al momento, no sin antes  tener que hacer unas gestiones y averiguar ciertas cosas para que no volviera a ocurrir.

Contaré otro caso de banco y esta vez sí fue con trato personal; me encontraba pagando una hipoteca y cada mes como siempre hacia mi pago pues bien, tengo una amiga en recaudación y un día me llama y me pregunta si tenía alguna deuda con el ayuntamiento le digo que no  y me contesta que desde hacía varios meses le estaba haciendo un pago al ayuntamiento de mi ciudad, inmediatamente me fui al banco y resulta que por un error al hacer un pago de impuestos al ayuntamiento no sé como siguieron haciendo mis ingresos  para la hipoteca a esa cuenta sin mas, se aclaró el entuerto pero podían haber estado pasando el pago indefinidamente, así que no quiero pensar en los errores que se habrán cometido por un fallo de teclear un número incorrecto.

Imagen de la cabecera obra original de Vicente  Herrero.

2 comentarios:

  1. Concha esto que está sucediendo con los bancos, el cierre de sucursales, oficinas que no atienden al público si no eres empresa, empleados que agachan la cabeza soportando las súplicas de un cliente humillado, que no hace sino dejar su dinero en manos de quien piensa que es suyo por derecho, desde el minuto que los números son lo que cuenta y no el efectivo, ni las personas, ni la educación, el respeto, la profesionalidad, etc., y así podría estar escribiendo líneas sin final. Cómo te decía, todo esto, es indignante y triste, nos están dejando en un estado de indefensión, del que es difícil salir, porque estamos en sus manos, como si nuestras cuentas les pertenecieran, y no tuviéramos derecho a nada sin su permiso, a tenor de sus caprichos e intereses. Y aunque solo piensen que es porque hay que adaptarse a los tiempos, no es así, llegará el día en que quienes han orquestado todo este caos, se vean una situación similar o peor, porque el karma lo devuelve todo, y aunque suene a broma, no lo es, una vez, visitando a una doctora, mi madre se lamentaba de lo mayor que se estaba volviendo, y la doctora, quizás incluso más joven que yo, haciendo alusión a la edad y que uno nunca es mayor, a menos que te lo echen en cara, le citó el refrán que dice “Como te ves me vi, como me ves te verás”
    Ante la banca poco podemos hacer, estamos en sus manos, lo queramos o no. Ojalá alguna mente sensata ponga arreglo algún día.
    Besos

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  2. Estoy completamente de acuerdo con lo que dices Concha, el refrán de la doctora es de lo mas acertado. Es demasiada la gente que hoy en día piensa que con ellos no va nada y como bien dices el Karma te devuelve lo que tu no hagas bien, estoy mas que convencida, yo le llamo también el código de la vida.
    Un placer siempre verte por aquí.
    Un fuerte abrazo.

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