jueves, 25 de noviembre de 2010

MI PRIMERA FOTO ESCOLAR



A esta fotografía le tengo un cariño especial ya que en ese tiempo mi madre aún me podía llevar al colegio. Es una foto que estoy segura que muchos de los que la veáis os traerá algún recuerdo ya que en aquella época se solían hacer en casi todos los colegios.
En  esta foto debería yo tener unos tres años, pero me acuerdo como si fuera ahora, era muy inquieta y algo trastillo y os voy a contar un par de sustos que a mi pobre madre le dí en una ocasión en el patio del colegio recogí un hueso de aceituna y ni corta ni perezosa me lo metí en la nariz, recuerdo que me lo saqué y si no tuve bastante con esta experiencia pues me lo volví a colocar y en esta ocasión ya no me lo pude sacar. Cuando mi madre vino a por mi me tuvo que llevar al médico y os aseguro que recuerdo hasta el sillón en que me sentó para con unas pinzas poderlo sacar.
Lo segundo que también fue más o menos por esa época fue meter los dos dedos meñiques en un enchufe de los antiguos que habían por aquel entonces y menos mal que mi madre estaba detrás de mí y me dio un tirón, y que la corriente entonces también era mas baja, sino allí me quedo. El pelo rizado no es de entonces, que eso viene de familia, tanto mi padre como mi madre lo tenían rizado y cosa curiosa mi hermano que es un calco de mi padre lo tiene completamente liso, bueno ya el que le queda ahora.
Lo que voy a compartir con vosotros ni es tan anecdótico ni agradable, pero ahí está y lo estará siempre y es que no sé a quien se le ocurrió la brillante idea de que dos niños, yo con cuatro años y mi hermano con dos, viéramos a nuestra madre en su velatorio, imagen que tenían que haber pensado que no se nos iva a borrar nunca (aunque la vida sigue, y es bien cierto), lo mas curioso y no lo habíamos hablado nunca es que mi hermano se acuerde de toda la estancia y de las personas que allí se encontraban tan claramente como yo. Quiero pensar que en estos tiempos a nadie se le ocurriría. Siempre he tenido la sensación de su protección.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

HISTORIA DE UN CACTUS


Este cactus me lo regalaron  hace ya treintaitrés años, venia junto a otros tres los cuales no sobrevivieron. Así que este ha ido creciendo año tras año y no tenía ni la menor idea de que pudiera hacer flor. Hace unos tres o cuatro años hizo algún intento de salir alguna pero no cuajo. Mi sorpresa este año es que salieron tres y las tres fueron para adelante, aunque solo pude pillar esta  (ya que es flor de un día) en todo su esplendor. El verla fue genial y no pude resistir la tentación de fotografiarla.