Yo también era de las que aplaudían, había que dar nuestro apoyo a todos aquellos sanitarios,
farmacéuticos, camioneros, tiendas pequeñas de barrio y de pueblos, panaderos,
supermercados, conductores de autobuses,
de metro, de tren y un largo etc.
De personas que estaban (y continúan) arriesgando sus vidas, unos para
cuidarnos si caíamos y otros para que tuviéramos todo lo necesario. Hace un par
de semanas me di cuenta de que esta manifestación se ha convertido en una verbena incluidos
cohetes (éstos como eran vísperas de fallas cuando comenzamos a salir a los
balcones para ceñirme a la verdad ya comenzaron con ellos), pensé que no
teníamos nada que celebrar, que los casi 26000 mil muertos (oficiales) que hay (de
momento) es un motivo más que sobrado para comenzar a tener un respeto por
ellos, no son un número, ni una estadística, son personas con nombres y
apellidos que nos han dejado en tristes circunstancias sin poder estar
acompañados más que de los sanitarios que han hecho todo lo posible y mas por
ellos. Es tiempo de pensar (aunque sea un poco) en aquellas familias que han
perdido a uno o más miembros de la familia, este virus es tan cruel que no ha
perdonado edad. Desde entonces no he vuelto a salir, y la música cada vez va a
más, cada uno es libre de pensar y hacer lo que crea más conveniente pero……...
Los propios sanitarios están pidiendo que menos aplausos, más responsabilidad y
más medios, ahora que se ha abierto un poco el confinamiento, se están viendo
imágenes que asustan, como no van a
estar ellos asustados de que haya un rebrote grande si lo han vivido en
primera línea y sin los medios adecuados, toda esa gente que sale tan
alegremente ¿se paran a pensar lo que han vivido los sanitarios?, no es que se
pongan ellos en peligro es que ponen a mucha gente que sale a caminar y respeta
sus horarios, gente mayor incluso que ese paseíto le va muy bien. No voy a
generalizar ya que somos muchos los que si pensamos en el peligro y no nos
comportamos a la ligera. Pienso en
alguna ocasión que no es tan bueno que los informativos sean tan laxos, hay
gente que necesita ver la realidad de lo que ocurre por dura y cruda que sea
para darse cuenta y no pecar de canelo. El estar ignorantes de la realidad
puede llevar a cometer errores que pagaran otros.
Mi más sincero pésame a todas
aquellas familias que han perdido a algún ser querido, mucho ánimo, hay que
tirar para adelante por duro que esta pandemia nos lo haya puesto y nos lo
pondrá, ojala esto hubiese acabado.
Un fuerte abrazo.