miércoles, 24 de agosto de 2011

MI MEJOR PROFESORA


En aquellos tiempos, éramos al menos en mi clase, cuarenta y dos niñas, que después de párvulos, estuvimos cuatro años con la misma profesora para todas las materias, exceptuando, música y manualidades que teníamos una hora por semana. Era una profesora  muy estricta y cogimos fama de clase revoltosilla, no quiero decir que no lo fuéramos un poco y estuviera un tanto de nosotras, hasta el moño.
Cuando pillamos quinto, la cosa cambió en redondo, esta monja que os muestro en la fotografía, era muy joven y con muchísimas ganas de trabajar con nosotras. Lo primero que hizo fue dividirnos en cuatro grupos, como podéis observar nos colocó en los delantales un color de botón por cada grupo, rojo, amarillo, azul y verde, el grupo que mejor se hubiera comportado y mejores notas alcanzara, tendría una banda al final del curso. Lo consiguió mi grupo, que es el que os muestro, aún guardo la banda, color azul cielo. A todos los niveles consiguió de nosotras todo, y llagamos a quererla mucho. Fue una magnífica maestra para muchas cosas, nos supo llevar muy bien y consiguió su propósito. La fotografía como podéis comprobar está bastante dañada, pero le tengo un especial cariño, creo que se me reconoce bastante bien, aunque os daré una pista ando muy cerca de la monja.
Guardo muy buena relación con la mayoría de compañeras, una vez al año (desde que nos reunimos al cumplir los veinticinco años que habíamos dejado el colegio), nos volvemos a juntar una buena parte de nosotras, siempre nos alegramos de vernos, pues algunas no vivimos el la misma ciudad. La primera reunión fue una extraordinaria experiencia, ya que muchas hacía un montón de años que no nos habíamos visto y teníamos mucho que contarnos.
Se llamaba Rosa María Delgado, después de estar con nosotras, decidió irse de misionera a Camerún, no volvimos a saber nada de ella, a día de hoy me pregunto muchas veces que sería de ella, quizás aún lo investigue.