miércoles, 23 de diciembre de 2015

FELICES FIESTAS



Deseo que paséis unas FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS, acompañados de vuestros seres queridos.
Tengo siempre que acordarme de todas aquellas personas que están solas, se sientan solas, o no tienen apenas nada que poner en sus mesas.
También de todos aquellos que por cualquier circunstancian no podrán estar con sus familias, incluidos todos aquellos que están por cualquier dolencia ingresados en un hospital, sobre todo me acuerdo de los niños, que aún estando en esas circunstancias tienen siempre una sonrisa.
Mis mejores deseos para todos en el NUEVO AÑO, que vuestros deseos y sueños se cumplan.

Un abrazo para todos

miércoles, 16 de diciembre de 2015

MIS MASCOTAS






Me he mostrado siempre reacia a tener animales en casa, a día de hoy he cambiado totalmente de opinión. He tenido tres mascotas, todas ellas conejos enanos.
La primera (BOLETA), le pusimos este nombre ya que cuando mi hija la trajo, era como una bolita de nieve. Era saltarina, parecía que bailaba, tanto es que nos dio más de un susto, se subía en cuanto te descuidabas por los sofás, tenías que estar pendiente de ella, pues la teníamos por casa muchos ratos para que no estuviera todo el día encerrada en su jaula. No se despegaba de mi hija, subía por encima de ella y la perseguía allá donde fuera, jugaba como si fuera un cachorrito. Le encantaban las rosquilletas, en cuanto que oía un papel ya se pensaba que eran y le tenías que dar a oler lo que fuera y aún así se enfadaba y se volvía de espaldas, ya la podías llamar que  ni caso. La llamábamos y le decíamos “ven que te rasco”, te podías tirar todo el tiempo del que dispusieras, no se cansaba nunca.  La tuvimos cuatro años y medio en los que el animalito se hizo querer un montón.
El berrinche cuando murió se puede imaginar, es increíble lo que la llegamos a echar de menos y el vacio que se quedó. No quería tener ninguno mas, pero al poco tiempo...
El segundo (PELUCHE), se le llamo así ya que como se puede ver era todo pelo, este aún resulto ser mas cariñoso, hasta el punto de que le decías que te diera un besito y te sacaba la lengüita y te lamía, era menos trasto que boleta; resulto un animalito súper tranquilo, podía pasar largo tiempo fuera de su casa y así como boleta mordía todos los cables que pillaba en cuanto te descuidabas, este los saltaba. Este duró seis años, se le tuvo que dormir porque se puso muy mal y no tenía ninguna solución, estaba padeciendo mucho y con todo el dolor del mundo no quedó otro remedio. El disgusto también fue bueno.
El tercero (BLANQUITO), llego a casa al poco de tener a peluche, para que no estuviera solo. Este sí que fue el más tranquilo de todos pero muy asustadizo, no le gustaba que nadie lo molestara, incluido peluche, parecía que siempre se andará escondiendo. Duró apenas un año, tuvo un problema, se le encajaron mal las muelas y a pesar del cuidado que se tuvo, se fue también. Muy a mi pesar ya no he querido tener ninguno más, aunque cuando los veo tan pequeñitos y amontonados en alguna jaula, me contengo.

Ahora tenemos a TOM un perro formidable, de este ya hablaré en otra ocasión.